Pocas cosa quedan por decir del yaco, el “Loro” por excelencia. Solamente decir que las parejas reproductoras son muy asustadizas, metiéndose en el nido al primer ruido, por lo que pocas satisfacciones dan por sí solos. Normalmente incuban bien y crían a sus polluelos sin dificultad. Los saco para criar a mano aproximadamente a las 3 semanas. Es una gran satisfacción criar a mano uno de estos animalillos. Normalmente a la edad aproximada de dos meses los ejemplares que hemos criado empiezan a decir “Hola”, la primera palabra que les digo cada vez cuando los voy a alimentar. Es bonito ver como compiten entre los diferentes pichones para ver a quien hago mas carantoñas.
Debemos acostumbrar a los polluelos ya emancipados a ser “manoseados” por todos los miembros de la familia, ya que tienden a escoger un preferido, y si eso ocurre se comportaran de forma agresiva con el resto de personas.