En invierno cierro los nidos de las ninfas. Pues dejo descansar a las parejas. En una operación que por un lado me satisface, pues se merecen dicho descanso y así me garantizo que en primavera todo funciona correctamente, cuando vuelvo a abrir los nidos. Pero siempre me cuesta encontrar el momento de cerrar los nidos, pues siempre hay alguna pareja aun con ganas de poner por estas fechas. Pero el frío no perdona, y estas puestas tardías, dan como resultado nidos enteros con los pollos muertos por el frío. Así pues este fin de semana he cerrado ya los nidos que quedaban. He sacado los pollos para criar a mano, y los huevos para ponerlos en la incubadora. Con lo que ahora hay el trabajo de intentar sacar adelante estos pequeñísimos pollitos de ninfa. Criarlas des de el día uno es mucho trabajo, pues deben recibir las tomas de papilla muy a menudo.