Un buen amigo veterinario, me regalo dos parejas de esta especie, hace bastantes años. Una tardo dos años en reproducirse, la otra 5 años. Esto fortaleza la idea de que la mejor virtud para un avicultor es la paciencia. Se trata de unas cotorras encantadoras, incluso los especímenes capturados, suelen comportarse de manera bastante agradable, dejando a parte su voz, por desgracia demasiado fuerte. Los ejemplares que crío a mano, resultan unas mascotas encantadoras, demostrando una inteligencia, que poco tienen que envidiar a la de otros psitácidos mayores.