Cuando tenía entre 17 y 20 años varios veranos junto con otros jóvenes de mi pueblo nos aficionamos a ir a subir montañas por el pirineo, llegando a subir al Aneto, el pico más alto de la cordillera pirenaica. Tengo muy gratos recuerdos de esas excursiones.
Pero como no se puede hacer todo en esta vida, esta faceta del excursionismo de montaña ha quedado aparcada durante mucho tiempo.
Este fin de semana, después de unos 25 años, he sacado el polvo a mi ya vieja mochila (vieja por edad, que no por uso), y junto a mi sobrino y 3 compañeros, hemos hecho una de las excursiones emblemáticas del Pirineo. Hemos subido a la Pica d’estats. La montaña más alta de Cataluña, con 3.143 metros. La verdad es que he recobrado todas y cada una de las sensaciones que anhelaba de mis antiguas excursiones.