Parece que finalmente (y lo digo con voz bajita) hemos aprendido como criar los turacos desde el nacimiento.
Pues las dos parejas de turaco persa de que disponemos, cuando hay algún evento futbolístico y algún vecino lanza algún cohete para celebrar la victoria de su equipo, suelen abandonar el nido. Si no es esto lo que pasa, a menudo cuando los pequeños tienen 6-7 días sin razón aparente los dejan de alimentar. Habíamos probado de alimentarlos a mano des de muy pequeñitos, pero sin éxito. Este año llevamos ya dos ejemplares criados sin problemas. Este es el tercero, nacido ayer en la incubadora. Como podéis ver en la foto nacen ya con los ojos completamente abiertos.